Hoy vemos algunas claves para motivar a nuestros hijos, sobrinos, nietos…de la mano de Clara Sosa, profesora de educación infantil que comparte con nosotros su experiencia. Demasiados regalos hacen que los peques no puedan centrar su atención en ninguno. Hoy os proponemos una solución: la regla de los 4 regalos.”
Afortunadamente, en la mayoría de casas de nuestro país el árbol o los zapatos aparecen rodeados de regalos la mañana del día de Navidad y/o del día de Reyes. Sin embargo, si miramos bien lo que hacen los niños en esta situación es romper ansiosos el papel de regalo de un paquete para mirarlo dos segundos y pasar al siguiente si hacerle más caso. Pero ¿es realmente bueno para los niños recibir tantos regalos?
Según un estudio de la consultora TNS los españoles gastamos una media de 235€ en regalos, de los que aproximadamente 151 € están destinado a los regalos de los niños; la mayoría de niños españoles recibirán más de 5 regalos estas fechas.
Sin embargo esto puede ser contraproducente para ellos. En los últimos años se ha apreciado que cada vez más niños presentan lo que se conoce como “síndrome del niño hiperregalado”: los padres y las madres intentan compensar el poco tiempo que pasan con sus hijos colmándolos de regalos; esta actitud mantenida hace que los peques dejen de apreciar los regalos y se vuelvan caprichosos y exigentes. Al estar acostumbrados a recibir tantos regalos, lo asumen como algo normal y dejan de valorarlos.
La solución que os proponemos no es privarles de regalos, desde luego, sino reducir el número y pensándolos bien, Por ello creemos que la regla de los 4 regalos os puede ayudar:
1. Un regalo práctico: que a los “ojos de padre/madre” sea útil y necesario, como ropa, zapatos…
2. Un regalo relacionado con la lectura: un libro, bien en papel o en formato electrónico
3. Un regalo que deseen mucho, el típico que llevan esperando meses para pedírselo a los Reyes o a Papá Noel (un videojuego, un instrumento musical, una película, unas pinturas especiales, algún muñeco que les haga mucha ilusión…depende mucho de cada niño)
4. Un regalo de cualquier índole y, ojo aquí, no necesariamente material. Un ejemplo puede ser una tarde de juegos con papá o con mamá, un paseo en bici todos juntos, entradas para algún parque temático, un viaje en familia, llevarles a desayunar o a merendar a alguna cafeteria especial… Muchas veces lo que los niños realmente quieren y necesitan es que les regalemos nuestro tiempo
Fuente: Rincón de la Psicología